Los futuros monitores dan un paso de gigante en su formación en la salida a San Rafael
Este fin de semana los alumnos del curso de monitores de tiempo libre disfrutaron de una salida a San Rafael, en la provincia de Segovia. Estuvieron alojados en el albergue juvenil de este fotogénico pueblo y vivieron un par de días rodeados de nieve.
Los coordinadores impartieron sesiones de educación ambiental y de dinámicas de grupo y participación. Los alumnos comprendieron la dinámica de convivir en un espacio diferente al habitual para acostumbrarse a coordinar en el futuro un campamento, por lo que ya pueden enfrentarse a esa fase práctica, y dieron un paso muy importante en su formación.
El objetivo final de esta salida no era sólo uno. Fue fundamental el fomento de las relaciones grupales y la confianza entre los miembros de los cursos, la adquisición de conocimientos para desarrollar estas actividades de educación ambiental, la sensibilización del alumnado en los problemas medioambientales más comunes (adquirieron conocimientos para favorecer el reciclaje y reducir la contaminación) y, también, comprendieron lo importante que es la participación social como medio para cambiar las cosas en nuestro entorno.
Los 45 alumnos, los dos formadores y la coordinadora terminaron encantados con la experiencia. Han asegurado que se lo pasaron estupendo y disfrutaron a pesar del frío, participando en todas las dinámicas de grupo para combatirlo.
¿Y cuáles fueron las actividades?
La noche del viernes se realizó una velada de miedo que cumplió el objetivo. En general, el alumnado pasó miedo, se oían las voces y gritos desde cualquier parte del albergue. Los formadores y alumnos se metieron en el papel y consiguieron que todo el grupo participara.
El sábado por la noche se realizó un gran concurso: ¡¡FUROR!! Los grupos fueron muy competitivos: cantaron, bailaron, inventaron canciones… Los formadores presentaron y animaron el concurso para que todo saliera según el guión previsto.
La coordinadora de la actividad, Bea, ha reconocido muy orgullosa que “todos los alumnos han crecido como monitores durante el fin de semana porque han aprovechado para aprender, preguntar y saber más”.
Una cosa es evidente. Los alumnos no han podido quedar más satisfechos, y han calificado esta escapada a San Rafael de “inolvidable”, “increíble” e “inmejorable”.
La pequeña gran familia de Acaya sigue creciendo gracias a gente como ellos. ¡Enhorabuena!
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*Fotos: Blanca Juan García