¿Por qué debemos hablar de diversidad funcional y no de discapacidad?
La terminología, en muchos casos, tiene una gran importancia y conlleva mucha responsabilidad. Como en el caso de ‘diversidad funcional’ y ‘discapacidad’.
¿Por qué debemos hablar de diversidad funcional? Porque este término alternativo al de discapacidad se empezó a utilizar hace ya algunos años en nuestro lenguaje por iniciativa de los propios afectados.
Fue concretamente el ‘Foro de la Vida Independiente’ quien, en enero de 2005, pretendió enterrar algunos términos como discapacidad o minusvalía, ya que los consideraban peyorativos.
Y aunque la gente no lo crea, lo son. Nosotros en Acaya estamos muy acostumbrados a trabajar en el ocio inclusivo y en educación no formal con personas que padecen diversidad funcional, y desde nuestra experiencia, podemos asegurar que este término se ajusta mucho más a la realidad.
Fue una buena solución para no utilizar una terminología negativa y exclusiva.
Ya que en la sociedad existen personas con capacidades diferentes, con funcionalidades diversas o, simplemente, diferentes entre sí… ¿Por qué no hablar de diversidad funcional? También existe la diversidad racial, diversidad cultural, diversidad sexual, etc.
Por eso, el gran ejercicio que debe realizar la sociedad (desde los políticos hasta los propios ciudadanos) es eliminar las barreras existentes entre aquellas personas y el resto.
Un buen mecanismo para ello es el ocio inclusivo, que consiste precisamente en la integración de estas personas con el resto, en grupos heterogéneos, con actividades para todos y, por supuesto, sin barreras arquitectónicas.
¿Acabaremos algún día en España con las expresiones ‘plazas de aparcamiento reservados para minusválidos’, ‘lavabo para minusválidos’, ‘residencias para minusválidos’, etc.?
Todavía nos llevará tiempo, lo que está claro es que cada vez queda menos para llegar a lograrlo.