Así silenció el Congreso de EE.UU. este hombre con Síndrome de Down
El actor y defensor del Síndrome de Down, Frank Stephen, habló en el Congreso sobre el tema del aborto. Antes de nada, queremos aclarar que compartimos este artículo porque nos parece muy interesante. Ni nos vamos a posicionar en este asunto, ni vamos a usar el blog para hacer propaganda de ningún tipo.
«Soy un hombre con Síndrome de Down y mi vida merece la pena ser vivida», afirmó drásticamente durante la audiencia del comité.
Se refirió a un reciente informe que indica que casi el 100% de los bebés por nacer con Síndrome de Down son abortados en Islandia. También mencionó las altas tasas de despido en Dinamarca y Corea del Sur por el mismo motivo. Stephens calificó esta tendencia de «profundamente prejuiciosa» y parte de «una idea obsoleta de la vida con Síndrome de Down».
Su discurso completo ha sido viral en redes sociales y sus declaraciones han calado hondo en la sociedad planteando el debate.
Su discurso sobre las personas con Síndrome de Down
Stephens dice: «Es difícil para mí sentarme aquí y decir estas palabras. Entiendo completamente que las personas sientas el impulso de esta particular «solución final». Pero están diciendo que personas como yo no deberían existir».
«Somos un regalo médico para la sociedad, un plan para la investigación médica sobre el cáncer, el Alzheimer y los trastornos del sistema inmunológico. En un plano profundamente personal, no puedo decirte lo mucho que significa para mí que mi cromosoma extra pueda conducir a la respuesta al Alzheimer. Es probable que un día este ladrón robe mis recuerdos, borre mi memoria. Esto es muy difícil de decir, pero ya ha comenzado a robar la de mi madre».
Su objetivo es pedir al comité del Congreso que aumente los fondos para la investigación del Síndrome de Down. «Le estamos dando al mundo la oportunidad de pensar sobre la ética de elegir a los humanos que tienen la oportunidad de vivir», dijo. Además agregó, «¿realmente no hay lugar para nosotros en el mundo?». «Ayúdenos a marcar la diferencia. Seamos Estados Unidos, no Islandia o Dinamarca. Busquemos respuestas, no ‘soluciones finales’. Seamos América. Hagamos que nuestro objetivo sea terminar con el Alzheimer, no con el Síndrome de Down».