Actividad física en personas con diversidad funcional
Las personas con diversidad funcional física y/o intelectual tienen las mismas inquietudes y ganas de entretenimiento que cualquier otro individuo de su edad. El ocio y el deporte tienen beneficios indiscutibles para la salud de cualquier persona, resulta clave para aprender a superar limitaciones, trabajar en equipo y desarrollar una mayor autonomía e independencia.
Muchas veces los niños con diversidad funcional renuncian a realizar alguna actividad física debido a las barreras sociales que existen sobre su propia discapacidad. Un gran error consiste en creer que el deporte debe ser de excelencia para tener razón de ser, sin embargo, movernos a nuestro ritmo no solo nos permite ejercitar nuestra musculatura y controlar el peso, sino que, además, es divertido.
Cabe destacar que no existe una práctica ideal establecida de forma genérica ya que depende de la edad, el diagnóstico y, por supuesto, del interés. Es importante escuchar y tener en cuenta los gustos e inquietudes personales para fomentar su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social. De la misma forma, generar hábitos saludables en personas con discapacidad desde la infancia ayuda a salir de la rutina y, en muchos casos, tiene una función rehabilitadora y terapéutica.
El deporte también tiene una función educativa y es un medio apropiado para aprender autodisciplina, perseverancia, responsabilidad y acatamiento de las normas. Numerosos estudios han señalado la mejora del rendimiento escolar y de los resultados académicos gracias a la actividad física. Esto se debe a que generar autoconfianza y aumentar la autoestima supone la motivación necesaria para desarrollar su imaginación sin barreras.
Sin embargo, los beneficios no se quedan en el terreno de juego y los frutos que se recogen son el impulso necesario para superar sus miedos. Los centros deportivos municipales ofrecen programas con grupos específicos propios y en colaboración con entidades para la creación de escuelas de deportes como el baloncesto y la natación. No obstante, antes de tomar ninguna decisión, es importante consultar con los médicos y asesorarse para elegir las actividades físicas más beneficiosas y adecuadas para cada caso.